lunes, 30 de septiembre de 2013

hornos modernos

Alguna vez alguien se imaginó que se iba a poder comandar un horno a distancia? Sí, un horno, una cosa increible. Pero lo más increíble no es lo de los hornos, es lo de las casas, ahora hay casas inteligentes. Y si es inteligente por qué se casa, se preguntará uno. Pero más allá del chascarrillo, está este concepto que aparece ahora, donde se puede regular todo, incluso a distancia con un celular. Y esto siempre y cuando se disponga de una buena conexión de Internet. Si no, bueno, ahí radica la inteligencia de la casa. No es que le puede ganar al ajedrez a Kasparoff. Son inteligentes pero tampoco tanto. Pero el horno se puede preparar como para que cuando uno sale del trabajo o cualquier hora que se quiera, se presione un botón y comience a cocinar o ni siquiera eso, ya con un timer es suficiente. Pero se puede regular la temperatura de la casa y encender o apagar las luces, bloquear las puertas y ni que hablar de la televisión. Esa vieja cosa, que sin embargo con muchos cambios ha seguido mantenerse allí, firme al pie del cañón, como quién diría. Y quién diría que no. Eso es lo que hace interesante el planteo, no sé quién fue el inventor de la televisión, pero esas cosas tiran cada vez más. Una vez que uno se compra un smartphone, ya quiere tener el último Iphone. Es como si fuese un muro a escalar. Y una vez que uno tiene el último Iphone, viene otro Iphone. Y ya no es el último Iphone el que tiene uno. Es un viejo Iphone. Un Iphone antiguo. Y qué sé yo, ahí viene la frase armada de siempre, muletilla y pie de cualquier conversación de ascensor. Y así está la cosa, che. Pero qué bueno, no? Así es el asunto.